¿Lluvia? Yo sé que no vas a estar aquí el día más grande de nuestro
barrio. ¿Cómo vas a venir con la de cosas que vamos a disfrutar los
vecinos? Los de ahora, los de antes y los de siempre, vamos a disfrutar,
el próximo Domingo, de nuestros Vecinos más queridos. Y algunos vecinos
más que otros afortunadamente. No puedes venir.
¿Cómo se va a
quedar nuestro Pachuli sin estrenarse de nazareno después de tantos años
pisando las calles del barrio con su Cristo en su cuello? No puedes venir.
¿Cómo vas a aparecer si tiene Jordi una criatura que quiere saber por
qué, del corazón de sus padres, salió que su hermana se llamase
Hiniesta? No puedes venir.
¿Tú sabes la cara que va a poner
Fernando cuando, desde el cielo, vea que su Cristo pasa por delante de
su casa con lo bien engalanado que lo va a tener Encarna? No puedes
venir.
Y nos vas a venir. Lo sé. O al menos con gotas de agua, si
vienes, ven con lágrimas, pero no de penas, sino de alegrías y
emociones para vivir. Este Domingo, Lluvia, no vengas por favor, que
nos hace mucha falta Verlos y Tenerlos cerca. Y al barrio también.