domingo, 8 de abril de 2018

La calle Alcántara



Calle Alcántara, una pequeña pero antigua calle de barrio. Ya en 1771 en el plano que hiciese Pablo de Olavide aparece, aunque sin rotular, en cambio en 1839, Félix González de León la nombra como calle de "Cuatro Cuartos" o "Calle del Tuerto". Santiago Montoto también indica que recibió el nombre de "Cochinos". A saber del por qué de esas denominaciones...

El nombre Alcántara lo tiene desde el año 1845 y le viene de un huerto que ocupaba toda la parte derecha de la calle que pertenecía a la Orden de Alcántara. El huerto lo componía la manzana comprendida entre las calles Alcántara, San Hermenegildo, Enladrillada y Plaza del Pelícano. Y es que los huertos eran muy habituales, tanto en nuestro barrio como en toda la zona norte de Sevilla. 

Con el paso del tiempo, esa manzana fue ocupada por una serie de naves industriales que, desde principio de los años 80 del pasado siglo, dieron paso a una serie de bloques de pisos y a una reestructuración general de la calle. Una calle de decenas de metros pero con decenas de años de historia.




viernes, 23 de marzo de 2018

No puedes venir



¿Lluvia? Yo sé que no vas a estar aquí el día más grande de nuestro barrio. ¿Cómo vas a venir con la de cosas que vamos a disfrutar los vecinos? Los de ahora, los de antes y los de siempre, vamos a disfrutar, el próximo Domingo, de nuestros Vecinos más queridos. Y algunos vecinos más que otros afortunadamente. No puedes venir.

¿Cómo se va a quedar nuestro Pachuli sin estrenarse de nazareno después de tantos años pisando las calles del barrio con su Cristo en su cuello? No puedes venir.

¿Cómo vas a aparecer si tiene Jordi una criatura que quiere saber por qué, del corazón de sus padres, salió que su hermana se llamase Hiniesta? No puedes venir.

¿Tú sabes la cara que va a poner Fernando cuando, desde el cielo, vea que su Cristo pasa por delante de su casa con lo bien engalanado que lo va a tener Encarna? No puedes venir.

Y nos vas a venir. Lo sé. O al menos con gotas de agua, si vienes, ven con lágrimas, pero no de penas, sino de alegrías y emociones para vivir. Este Domingo, Lluvia, no vengas por favor, que nos hace mucha falta Verlos y Tenerlos cerca. Y al barrio también.